8 feb 2013

"El estigma del arrecife" (Nora Roberts)

(Leído entre enero y febrero de 2013)


La portada me encanta, ya que el azul es mi color favorito. Me transmite mucha tranquilidad. Al observarla tengo ganas de que ya estemos en verano poder ir a la playa y si tengo que elegir que sea la playa de La Franca (Asturias) en marea baja y con bandera amarilla. (Fuente: Elaboración propia).
Este libro lo descubrí el verano pasado en la librería de El Corte Inglés de la plaza del Duque de la Victoria de Sevilla pero no me lo compré hasta principios de septiembre y hasta ahora no lo he podido leer. La razón por la cual no lo adquirí en junio fue que preferí descubrir la escritura de Nora Roberts con Cita con el pasado, ya que conozco mejor la arqueología terrestre que la subacuática.
Si queréis adentraros de una forma amena en el mundo de la arqueología submarina, os recomiendo su lectura y seguramente aprendáis más con sus 477 páginas que con la literatura científica especializada. En la novela he encontrado terminología técnica desconocida para mí y una manera de excavar de la que yo apenas tenía conocimiento, y a mí esto me demuestra que Nora Roberts se ha documentado mucho a la hora de escribirla. Sé muy poco de arqueología subacuática salvo pequeñas pinceladas que di en alguna asignatura de la carrera y lo poco que haya podido leer en manuales universitarios.
Me ha sorprendido que durante la novela en ningún momento se mencione la palabra pecio y siempre se hable de naufragios. Ignoro si los pocos que se citan, pueden encontrarse entre la documentación que hay en los archivos, como, por ejemplo: el Archivo General de Indias de Sevilla que se cita en el libro y que leerlo ha hecho que se formase una gran sonrisa en mi rostro. Me ha gustado mucho ese detalle, ya que se trata de un archivo histórico que es un referente mundial en Historia de América y a nivel nacional tiene tanta o más importancia que el Archivo General de Simancas en Valladolid, el cual para mí como medievalista es un referente.
En la arqueología subacuática europea fue pionero en cuestiones de vanguardias y avances tecnológicos el hallazgo del buque real Vasa, cuya reconstrucción a tamaño real puede disfrutarse en el museo que se construyó para albergarlo, el Vasa Museet en Estocolmo. A mí me impresionó mucho aunque no lo hice ninguna fotografía porque quería que saliese todo el buque y yo estaba pidiendo un imposible. También merecen la pena las reconstrucciones faciales de algunas de las personas que fallecieron al naufragar el Vasa
No niego que me encantaría hacer curso de submarinismo y tener la experiencia de haber excavado en un pecio pero hace ya algunos años tuve de alguna forma que renunciar a ello. Esto no fue un acto de cobardía, sino una realidad que se impuso cuando empecé a tener fuertes dolores de oído que me obligaron a abandonar una de mis aficiones infantiles más queridas: bucear. Sólo necesito recordar el aterrizaje de tres vuelos: París Orly – Sevilla San Pablo (julio 2005), Venecia Treviso – Roma Ciampino (marzo 2010), y Madrid Barajas – Estocolmo Arlanda (Semana Santa 2011) para darme cuenta que esa decisión fue bastante sensata y valiente.
La relación sentimental de los protagonistas me ha hecho reflexionar. Se conocen un verano, a las pocas semanas se separan por x motivos y empiezan hacer sus vidas el uno al margen del otro hasta que se reencuentran 8 años después. Reconozco que me encantan este tipo de historias para leerlas pero también me he dado cuenta que desde que tengo 16 – 17 años siempre que escribo un relato necesito contar este tipo de relación y estoy segura de que esto significa algo en mi vida. Quiero dejar claro que para que me resulte creíble y convincente dicha historia de amor tiene que haber pasado entre 3 y 10 años desde la última vez que se vieron hasta que se reencuentran y que ha de haber una evolución importante de ambos en esos años, alguna pareja intermedia y que lo que sienten el uno por el otro ha de estar latente durante todos esos años, al igual que ha de haber cierto contacto esporádico entre ambos.
Me sorprende gratamente lo bien que escribe Nora Roberts aunque he encontrado algunos fallitos de traducción, la cual ha sido realizada por Nora Watson. Su estilo es muy ameno, engancha con facilidad e incluso emociona, reconozco haber llorado leyendo algunas páginas de esta novela que estoy reseñando. Tiene algunos clichés de la novela romántica tradicional pero innova e intenta mostrar la realidad actual con un personaje protagonista femenino (Tate) que es fuerte, competitivo, ambicioso y tenaz, y con el que me ha resultado muy identificarme al ver reflejada esta pequeña parte de mi personalidad en la protagonista. También está bastante bien construido el protagonista masculino (Matthew Lassiter) que nos muestra que un hombre puede ser arrogante, competitivo, sensible y cariñoso, y al que es muy difícil no acabar cogiéndole cariño.

Valoración “El estigma del arrecife” (Nora Roberts):
9,8/10

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